Historias de una pandemia en el Siglo XXI
El concepto del “Futuro”, según Yuval Harari en su libro “Animales a Dioses. Breve historia de la humanidad” (Editorial Debate), es una construcción social, que aparece con las poblaciones agrícolas con el objetivo de asegurar la cosecha, el alimento de los pobladores y desde allí su supervivencia. Es así como el ser humano empezó a prestar atención al clima del mañana.
Nuestro cerebro, por su parte, almacena a largo plazo, mediante redes neuronales, las vivencias que solemos llamar “recuerdos” que resignifican constantemente los eventos del presente y anticipan los del futuro. Por ejemplo, si la pasé bien en el bar de la esquina es probable que cuando me inviten a ir nuevamente, voy a anticipar una estadía divertida.
¿Qué pasa entonces cuando el contexto histórico cambia y nos obliga a mirar al presente como único tiempo posible? Y redoblo la apuesta: ¿qué pasa cuando, además, las vivencias pasadas no sirven para significar las del presente?
Desesperanzador, ¿no? Por eso en gran parte nos sentimos ansiosos, angustiados, vertiginosos y agobiados frente a esta pandemia que obliga a una sociedad enfocada al disfrute y la calidad de vida, a salir de la zona de confort y a sobreadaptarse.
El secreto está en construir a consciencia nuestro presente: vivir en tiempo presente implica cortar con el piloto automático del pensamiento y conectarse con el aquí y ahora de nuestras vivencias, utilizando nuestras sensaciones como brújula. Delinearemos un futuro próspero, adaptado a nuestros deseos.
¡Les dejo este video de mindfulness que disfruto mucho para que empiecen a conectarse!
Buen artículo