- Los humanos somos biológicamente mamíferos, y como tales, necesitamos del aire libre y del contacto con la naturaleza para energizarnos. Nuestros primeros antepasados fueron primordialmente cazadores y recolectores, nómades, desplazándose por el territorio a su libre albedrío.
- Estar en un contexto de encierro implica una renuncia pulsional de alto impacto para nosotros. Estamos reprimiendo constantemente nuestros impulsos, ansiedades y emociones para mantenernos lo más equilibrados posible. Y esto tiene un costo energético alto dejando poco resto para el quehacer cotidiano.
- Uno de los principios del funcionamiento de nuestro cerebro es el ahorro de energía. En un contexto de incertidumbre, donde hay que buscar nuevas alternativas de hacer las cosas, al cerebro no le queda otra opción más que confeccionar redes neuronales nuevas, con nuevas rutas de significados y soluciones. Lo cual también implica un costo alto de inversión energética.
- Trabajar desde casa compartiendo el espacio con la familia obliga a promover el multitasking (multi función), ya que además de concentrarnos en nuestro trabajo tenemos que limpiar, ordenar, hacer la comida, ser docentes de nuestros hijos, etc. Lo que incrementa la cantidad de pendientes en todas las agendas, generando más ansiedad y estrés.
- El excesivo uso de la tecnología desde el Feng Shui implica además un exceso de iones positivos que desarmonizan nuestro funcionamiento cuántico, generando estrés, insomnio y agotamiento.
- Por último, somos seres acostumbrados a la interacción social presencial, donde varios sentidos se hacen presentes en la comunicación con el otro. En la comunicación mediatizada, hay un exceso de concentración y atención sobre aquello que escuchamos o decimos, generando más tensión en los órganos involucrados.
A estas variables deberíamos sumarles las propias de cada uno de nosotros. El secreto está en no renegar con este cansancio que sentimos, ni tratar de buscar soluciones mágicas de cura. Si no conectarnos con él con amorosidad, aceptando que está presente hoy, en el aquí y el ahora debido a la situación que estamos atravesando. Aprendiendo a convivir con él mientras dure el contexto del encierro o bien hasta que nos adaptemos a él.