Me inspiró a escribir este artículo la cantidad de consultas que tuve durante las últimas semanas sobre el tema “Teletrabajo”.
El Teletrabajo suele ser una materia pendiente para las PyMES, debido a las condiciones que requiere su eficiencia: recursos tecnológicos, procesos y métodos de gestión definidos. A su vez, conlleva un análisis del negocio y del organigrama para definir bien si el Teletrabajo es una opción posible para esa compañía; qué puestos son los que pueden trabajar desde su casa y cuáles no; y qué skills deben poseer las personas a ocupar esos puestos y sus líderes.
Todo ese proceso que un consultor suele realizar con las PyMES dentro de plazos amigables en un contexto de confort, con la pandemia tuvo que aplicarse de manera automática, de un día para el otro, con los recursos que cuenta la compañía en el aquí y ahora, que en general no fueron los ideales.
Esta situación motivó un sinfín de llamados y contactos de clientes, conocidos, conocidos de conocidos dueños de PyMES, ansiosos y preocupados por cómo seguir la operación de su empresa a distancia.
Aquí van mis consejos:
1) Darle a los empleados los recursos tecnológicos requeridos para trabajar desde sus casas. Fundamental y primario. Muchas personas no tienen computadora o internet en sus domicilios (¡Sí, aunque parezca raro hoy en día, hay gente que prefiere un estilo de vida free wifi al llegar a sus casas!). De no tener servidores propios, por suerte hoy contamos con nubes gratuitas como Google Drive o Dropbox (y muchas más) para poder subir ahí la información que necesitamos compartir entre sectores, con los líderes o bien con la Gerencia General. En el caso de los sectores que trabajan con archivos pesados o software de gestión particulares (por ejemplo Diseño y Desarrollo) una sugerencia ha sido transportar la computadora de los empleados a sus casas. Los archivos pesados pueden ser compartidos por WeTransfer, ya que debido a la cantidad de MB o GB que implican no pueden ser subidos a un servidor o enviados por email. Además, sugerí utilizar herramientas de comunicación virtual como Skype o Google Meeting, que permiten establecer conversaciones unívocas o de grupo, brindando también la posibilidad de compartir pantallas.
2) La confianza hacia la gente es otro aspecto fundamental. En las PyMES donde no hay procesos u objetivos definidos suele predominar una fantasía de que algunas personas de la compañía “se rascan” si no son supervisadas de cerca por sus jefes. Y desde ese axioma la distancia se convierte en un obstáculo más que preocupante. Ya que esta situación imprevista nos obliga a confiar en empleados a los cuales no les teníamos tanta confianza salvo bajo nuestra estricta supervisión. Y obviamente como no confiamos, la desconfianza se hace exponencial. ¡Líderes confíen en su gente! Sean más o menos efectivos en sus trabajos, están en el mismo barco y hoy justamente no es el mejor momento para desconfiar. Hoy necesitamos confianza y solidaridad. Dejemos nuestras emociones subjetivas para después de la tormenta.
3) Introducir metodología de trabajo es otra sugerencia central.Dependiendo el seniority del equipo se podrán consensuar objetivos y plazos o asumir un estilo más directivo. Lo que tendrán que hacer es comunicarle con claridad al equipo dónde pretenden que se enfoquen, cuáles son los estándares de calidad que esperan y el plazo de revisión (diario/semanal). Yo siempre recomiendo arrancar el día de trabajo con una reunión de diez minutos con el equipo para establecer prioridades del día, repasar los objetivos y chequear cumplimientos del día anterior. Esta metodología debería ser central en cualquier modalidad de trabajo que estemos (presencial o a distancia), ya que fomenta la orientación a resultados, la buena comunicación, la sinergia grupal, la operatividad del equipo, entre otros beneficios.
4) Practicar el Liderazgo Consciente. La situación de crisis nos encuentra parados en diferentes lugares. Algunos tal vez vienen en un proceso de desarrollo de liderazgo y otros tal vez no. El Liderazgo Consciente apunta a concentrarnos en el aquí y ahora, con aquello que está dentro de nuestra capacidad de control. Lo que no hemos logrado hasta ahora no es el momento de intentarlo (esto va para nosotros mismos y para nuestro equipo). Tenemos que enfocarnos en lo que tenemos hoy, con las condiciones que eso implica, guste o no guste. Tal vez en este momento nuestro granito de arena parezca poco y tal vez insuficiente frente a las pérdidas económicas que sufriremos, pero mejorando la organización del equipo, la comunicación y la metodología de trabajo, enfocando la fuerza de trabajo del grupo con objetivos, promoviendo el compañerismo y la sinergia de equipo, gestionando las emociones propias y ajenas, ¡haremos un montón!
¡Espero haberlos ayudado! ¡Buena cuarentena!